El Calvinismo de John Mc. Arthur

John Mc Arthur Calvinista

En un panel, el entrevistador le pregunta a John Mc Arthur ¿Cómo exponer el evangelio a toda criatura, cuando Dios solo va a salvar a los predestinados? Muy habilidosamente JMA esquiva la pregunta sobre la predestinación diciendo que él tampoco la entiende, que no pretende ni puede resolver el dilema de tantos.

Permítanme exponerle el sentido de la palabra dilema, es una palabra compuesta de dos palabras, procede del latín y significa «dos y temas». Dilema según el diccionario es un «razonamiento formado por una premisa con dos términos contrapuestos que, supuestos alternativamente verdaderos, conducen a la misma conclusión.»

Al afirmar que él mismo tiene este dilema, está afirmando que existen dos verdades contrapuestas pero supuestamente alternativamente verdaderas. Puede sonar raro, porque no podemos entender como pueden ser verdad dos verdades contrapuestas. Forzosamente, si son dos verdades que dicen cosas opuestas, una es verdad y la otra es mentira.

Existen otras religiones que creen en la predestinación, por ejemplo en el budismo chino, la predestinación se conoce como «yuanfen».  Esta palabra se atribuye a una fuerza universal que gobierna los acontecimientos de cosas en algunas personas, en algunos lugares. El Yuanfen pertenece a la familia de conceptos conocidos en teología como determinismo.

El Islam tiene puntos de vista semejantes acerca de la predestinación. En el Islam, Alá sabe y ordena cualquier cosa que pasa.

Tanto el budismo como el sintoísmo en Asia, pasando por el hinduismo con su sistema de castas (usted nace en una casta y muere en ella sin poder cambiar porque lo predestinaron así) y el islam del Medio Oriente existe una propensión a la fatalidad, todo está escrito, todo está decidido de antemano no se puede esperar algo mejor.

Los judíos creen en la omnisciencia de Dios, creen a la preordinación como un corolario de la omnisciencia, pero rechazan normalmente la idea de la predestinación como una idea completamente extraña que no tiene lugar en su religión. Interesante que el judaismo no crea en la predestinación.

La doctrina de la Predestinación, se originó en la iglesia católica por medio de San Agustín, fue el primero en tratar el tema. Luego, Juan Calvino en el protestantismo, rescató las meditaciones agustinas y la elevó a doctrina apostólica en el tiempo de la Reforma.

La predestinación establece que el hombre se perdió voluntariamente (cierto), por lo mismo Dios no tiene por qué salvarlo (también es cierto), pero que en su Gracia (cierto) ha predestinado, escogido para salvación un grupo de elegidos de entre la totalidad de los hombres perdidos. Fuera de ese grupo de predestinados, nadie puede salvarse. Esto último no es cierto porque se opone a la misma Palabra de Dios.

Según los calvinistas, la Gracia de Dios es tan poderosa que es «irresistible», es decir, que cuando Dios ejerce su Gracia sobre alguien este no la puede resistir y se convierte a Cristo. Si esto es así, ¿Por qué no ejerce su Gracia irresistible sobre todos los hombres y los salva?

El apóstol Pablo nos dice por revelación divina que Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

(1 Timoteo 2.1–4) «Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.»

¿Por qué Dios no usa su Gracia irresistible para salvar a todos los perdidos y dejar así solamente en el castigo eterno del infierno a Satanás y sus demonios? Para JMA es parte de su dilema, no lo entiende porque Dios no lo explica.

Veamos algunos textos que muestran la explicación del porque los hombres aun siendo llamados a salvación no se salvan. Les confío el trabajo de deducir por ustedes mismos el «dilema» de JMA.

(Lucas 7.28–30) «Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.»

(Mateo 21.32) «Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.»

(Hechos de los Apóstoles 7.51–52) « ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;» ¿Cómo es que la Gracia es irresistible?

El profeta Isaías es conocido como el Quinto Evangelista del Antiguo Testamente, por la proliferación de revelaciones que Dios le hizo acerca del Mesías Salvador.

(Isaías 55.1) «A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.»

Parafraseando el  hebreo original el llamamiento de Isaías 55.1 dice « ¡he!, ¡Ay, (pero en  forma positiva) el todo (el colectivo de), todos, cualquiera, que tenga sed!»

Este texto es un llamamiento a despertar la atención por medio del oído, de la palabra dirigida al oído. El oído sigue siendo el canal que Dios usa para comunicar su salvación.  (Romanos 10.17) «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.»

(Joel 2.32)
«Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.»

El banquete ha sido preparado por el Señor. La salvación no se compra a ningún precio, porque es ciento por ciento por Gracia de Dios. El Mesías hizo la obra y lo único que el hombre tiene que hacer es acudir a él por fe. La invitación no tiene límites.

Dos distinciones importantes entre la teología rabínica y la teología bíblica. En la teología rabínica no existe tal cosa como el nuevo nacimiento ni la salvación. Según ellos son hijos de Abraham por lo tanto no necesitan salvación.

Enseñan el arrepentimiento como medio de reconciliación con Dios, pero no como medio de salvación. Sin embargo este es el mensaje central de toda la Escritura.

La teología rabínica cree que las almas son preexistentes, «están ya creadas y solo esperan que se produzca un embrión para entrar». Dicen que el Mesías no puede venir hasta tanto quede un alma preexistente por venir en un embrión.

En esto se asemejan los mormones que creen en la doctrina de la preexistencia del alma. Ellos dicen que una vez el alma entra en un embrión es responsable por sus actos. Es decir que hasta que todas las almas preexistentes no se encarnen en un embrión, Dios no puede concluir su obra.

No existe tal cosa como la predestinación a la salvación. No existe tal cosa como «salvo siempre salvo». Es bueno que entendamos dos enseñanzas bíblicas importantes que no se contradicen sino se complementan

La Soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre. Los calvinistas, tienen que llegar a la conclusión que la predestinación no puede fallar en ninguna manera.

Charles Spurgeon, era calvinista, pero aclaraba que quién no se santificaba no había sido escogido para salvación. Si Spurgeon estuviera vivo hoy predicaría la salvación a la gran mayoría de los calvinistas mundanos de nuestros días.

Se fundamentan en que Dios es soberano por lo tanto Él decide quién será salvo y no importa cómo viva, al final será salvo. Algunos calvinistas aseguran que el cristiano que se pierde es que nunca fue salvo. Según ellos la soberanía de Dios consiste en que Él salva al que quiere salvar.

Pero vemos a Dios mostrando la forma, el medio de la Salvación y determina cómo el hombre puede recibirla.

(Isaías 55.1) «A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.»

Según Isaías 55.1 ¿Qué cosa es necesaria para beber las aguas de la salvación?

A todos los sedientos, tener sed es la condición para la salvación.

(Isaías 12.2–3)
«He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.»

Dios revela, conecta la salvación con el agua.

¿Se puede perder la salvación?

(1 Timoteo 4.1)
«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;»

Nadie puede apostatar de una fe que nunca tuvo

(Hebreos 10.39)
«Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.»

Retroceder en griego«ὑποστέλλω jupostélo; rehuir, retraer, retroceder.»

(Hebreos 10.26–29)
«Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?»

Observe esta secuencia de la Palabra de Dios: «Si continuamos pecando voluntariamente en griego (hekousiös hamartanontön hëmön). Después de haber recibido (meta to labein). «Después de la recepción»

(Hebreos 12.15)
«Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;»

Los calvinistas afirman que usted puede caer dentro del barco de la Gracia pero no se pierde, porque aunque cayó no está fuera del barco. Leamos lo que Pablo expone acerca de Himeneo y Fileto.

(1 Timoteo 1.19–20) «manteniendo la fe (salvación en Cristo*) y buena conciencia (santidad*), desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.» *Nota, los paréntesis son míos.

El barco Himeneo y Alejandro se les partieron y naufragaron en cuanto a la fe. No se cayeron dentro del barco, se les hundió el barco.

(Hebreos 3.6)
«pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.» Nadie puede retener lo que nunca tuvo.

(Éxodo 32.32–33)
«que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.» Nadie puede ser raído de un libro en el que nunca fue inscrito.

(Deuteronomio 29.19–21)
«y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed. No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo; y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley.»

El argumento del aborrecimiento de Esaú y la elección de Jacob.

(Génesis 25.22–24) «Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor. Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.»

Malaquías 1.2–3 «Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto

(Romanos 9.10–16) «Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.»

Recordemos que los capítulos 9 al 11 de Romanos tratan de la aclaración a los gentiles acerca de la situación del pueblo de Israel después del rechazo de Cristo. Entre los creyentes gentiles había cierta inquietud acerca de la posición de rechazo de Jesus como el Mesías por parte de la mayoría del pueblo de Israel.

¿Cómo podían estar seguros de que Jesús era realmente el Mesías si Israel no lo reconoció como tal? La conclusión no podía ser más diáfana, si Israel no lo ha reconocido como el Mesías, entonces, no lo es. Pero, si es el Mesías y no lo han reconocido serán desechados para siempre.

Pablo no se refiere a la salvación sino de elección para ser portador de la bendición de Abraham, y cumplir con la promesa de la simiente de la mujer de Génesis 3.15.

En Romanos Pablo está exponiendo la elección de Israel en los propósitos de Dios para ser la nación escogida. Es obvio que aunque Israel es la nación escogida no todos los israelitas serán salvos

Romanos 9.27
«También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; »

Es sorprendente, durante este panel, el mismo John Mc. Arthur reconoce que la predestinación es un dilema, no puede explicar por qué Dios ha tomado la decisión de enviar al infierno los que no han sido predestinados para salvación.

Si quiere ver la entrevista (en inglés)

http://www.youtube.com/watch?v=4mleum3jZ1E

Para concluir, recuerde que el 90% de los pastores norteamericanos son calvinistas, incluyendo al Doctor Charles Stanley.